Ondina Pilca

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21 de mayo de 2010

Compromisos


A menudo pensamos que comprometernos es una decisión. Tenemos un momento de claridad, y decidimos que vale la pena.

Para la mayoría de nosotros, elegir un camino, cualquiera que este sea, es la decisión más importante de nuestras vidas. Lo que a veces no entendemos es que no es una elección. Es un compromiso. Y un compromiso es continuo. Debe hacerse y renovarse cada día.

Si decides correr un maratón, no estás sólo escogiendo estar presente el día del evento. Estás escogiendo un camino, y eso significa acondicionarse cada día. Si haces omisión de una semana de entrenamiento, puede ser que no llegues al día del maratón.

Estar comprometidos en un camino significa que a veces estaremos solos. Podemos sentirnos como una oveja negra. Otras veces, habrá personas que quieran que fracasemos. O al menos, cuando tengamos éxito, sus inseguridades serán despertadas y no se alegrarán por nuestro éxito.

Y de algo podemos estar seguros: se nos pondrá a prueba. No sobre nuestra decisión, sino sobre nuestro COMPROMISO.

También tienes que estar consciente de que necesitarás ayuda de arriba para comprometerte con tu camino y no abandonar a la primera falla. Tienes que asumir que el Creador tiene un plan para ti.

Leí esta semana que cuando Winston Churchill llegó al poder en Gran Bretaña en un momento en el que su país se preparaba para rendirse ante las fuerzas alemanas, le dijo a su pueblo que si resistían y triunfaban, esto sería recordado como su mejor momento, pero si no era así, se sumergirían a sí mismos y al resto del mundo de regreso en la edad oscura. Winston Churchill se negó a rendirse. Pero, lo que es más importante, le explicó a su país el precio que tendrían que pagar. Y debido a que Gran Bretaña conocía el costo, valía la pena luchar por ello.

Así que antes de tomar nuestras decisiones y comprometernos, debemos saber el costo que traen consigo. Y debemos estar de acuerdo con el precio, además de asegurarnos que lo podemos cumplir.

Cuando tienes un compromiso sobre el cual decidir, visualízalo en tu mente. Observa las retribuciones potenciales y evalúa si sigue valiendo la pena.

No siempre disfrutarás de lo que haces, pero eso forma parte del precio por alcanzar tu meta. Aunque recién inicies tu camino, estés en el nivel que estés, hay un nivel correspondiente de pruebas, de dudas, de resistencia.

Así que esta semana, te recomiendo que revises tus compromisos. Estamos llenos de gente que dice que sí, cuando quiere decir que no y dejan a los demás esperando, por cualquier cosa que sea: por una respuesta, por una cita, una llamada o sencillamente contestar un correo o un mensaje de texto… y después estas mismas personas se preguntan… ¿Por qué no he podido concretar mis proyectos?... ¿Por qué tendré tantos problemas relacionales?... y la respuesta podría ser… porque si no eres capaz de asumir un compromiso con otras personas… así sea en lo más sencillo y simple de la vida… mucho menos vas a asumir y cumplir los compromisos que tienes contigo mismo.

Estar conscientes de que todo se corresponde con la Ley de Causa y Efecto, es vivir en armonía con las leyes universales y por lo tanto con nuestros semejantes… si no das respuesta a tus compromisos, si vives diciendo… yo voy seguro! Y no llegas nunca y de paso no das al menos unas disculpas, si dejas a los demás esperando, si no consideras al otro… pues no te quejes de que la vida te entregue lo mismo, tal vez en áreas que ni siquiera sospechabas que lo hiciera… lo que das… recibes!


Ondina Patricia Pilca

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