Ondina Pilca

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16 de enero de 2012

¿Qué hago con los cuentos que me contaron? El síndrome de la Cenicienta


Los cuentos de hadas aportan ilusión, magia y fantasía a la mente de una niña. 

Sin embargo, cualquier niña crece y se convierte en una adolescente que cambia los cuentos infantiles por las comedias de Hollywood en las que el amor es perfecto. Este mensaje de idealización absoluta puede llegar a producir una sensación de soledad extrema cuando una persona supera los 35 años o los 40 años y no ha encontrado a ese príncipe azul soñado con el que poder compartir el tiempo, el presente y la vida.

Blancanieves, Cenicienta o Bella y Bestia no dejan de ser cuentos que como tales están muy alejados de la realidad. Tal vez por eso, merece la pena disfrutar del buen humor y la ironía de Shreck para poder recuperar la perspectiva de un amor real y también de la propia vida. Lo cierto es que aunque parezca trágico no todas las personas encuentran a su media naranja. Al menos, no todas la encuentran en la juventud. Además, también sucede que algunas personas se despiden de forma brusca de un gran amor como consecuencia de la muerte o la enfermedad.
El Síndrome de Cenicienta, dicho en tono irónico, impide a una chica disfrutar de su libertad, de su autonomía e independencia. Sin duda, aquellas personas que no han encontrado el amor deberían disfrutar de las ventajas de poder disfrutar al cien por cien de la amistad y tener una extensa vida social.

El amor es un verdadero regalo pero no tiene nada que ver con los cuentos de hadas. Por ello, más allá de todo romanticismo, conviene poner los pies en el suelo para no sufrir más de lo necesario y admirar, de forma sencilla, al hombre de carne y hueso con sus virtudes y sus defectos.

¿Tienes problemas para entrar en contacto con tus necesidades y por ende para PEDIR lo que necesitas?

¿Tienes problemas con la diversión y el disfrute en tu vida?


¿Tienes problemas para reclamar, quejarte y obtener lo que quieres?


¿Siempre estas disponible para todos y para todo?


¿Te quedas entrampada en relaciones disfuncionales?


¿Te sientes incompleta cuando no tienes pareja o por no haberla encontrado?


¿Te sientes identificado/a con alguna de estas preguntas?


“El que nunca se arriesga se suele perder lo mejor”.
La Cenicienta

Mulan a Mushu ► “Tal vez no lo hice por mi padre, tal vez lo que quería era
Probar que podía ser alguien… y que al verme en el espejo
Viera mi propio valor… Pero me equivoque… No veo Nada!”

John smith a Pocahontas ► Preferiría morir mañana, que vivir 100 años sin haberte conocido.


Ondina Patricia Pilca

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