
Una pregunta que sin duda, tendríamos que hacernos una y otra vez… especialmente en esta época en donde hasta la naturaleza nos esta pidiendo cambios…
Muchos acontecimientos tanto internos como externos, nos están llevando cada día a evaluar y evaluar: ¿Qué nos hace felices? ¿Qué es la felicidad para cada uno de nosotros?, ¿En dónde se encuentra eso que nos han vendido como algo a alcanzar y que al parecer nunca alcanzamos pero que nos haría felices, pero que no terminamos de conseguir?
Ahora yo me encuentro haciéndome las preguntas, observándome y dejando más espacio para poder escuchar mis respuestas… tal vez por ello no pueda en estos momentos terminar de definir que es lo que “hoy” me hace feliz.
Cierto que en el pasado he cumplido muchas metas: Me gradué, trabajé como una loca en una empresa e hice carrera en ella, me compré mi carro, tuve mis novios, me casé, me divorcié, monté mi propia empresa, cambié de profesión… lo logré, salí en la tele, escribí artículos para revistas y luché… luché y luché!
Honestamente al leer el párrafo anterior, me hubiese gustado incluir… y viví, disfruté, me lo gocé, me divertí, estaba presente en cada uno de los minutos de mi vida, en mi aquí y mi ahora… y no es que nada de esto hubiese estado presente… es que ahora estoy mucho más conciente de que más allá de las metas, los logros, los títulos y los bienes materiales, lo más importante es cuanto los disfrutas, cuanto los vives, lo gozas, te diviertes…y sobre todo cuanto aportas a los demás y cómo estas ayudando a dejar este lugar (planeta), mejor de lo que lo encontraste…
La palabra mágica que encontré para comenzar a cuestionarme mi nuevo status de felicidad es la palabra CONCIENCIA…
El estar conciente de que haces, para qué lo haces y cómo lo haces es lo que en realidad te permite acercarte a lo que llamas felicidad, con el ingrediente básico y primordial que es CONOCERTE.
Hemos esperado por mucho tiempo ser felices con las cosas que obtenemos, con las metas profesionales, con los ascensos, con el dinero, con el trabajo, la empresa, la pareja ideal, el carro de último modelo, el celular de última generación (subutilizado por cierto, en la mayoría de los casos y sin saldo casi siempre), en las tarjetas de crédito (por cierto que no sé porque extraña razón la gente se asombra cuando llegan los estados de cuenta y el pago mínimo a cancelar… ¿será porque ni siquiera saben en que gastan el dinero?... y no es que nada de esto haga falta, nos ayuda y nos levanta el ego… con el pequeño detalle de que se acaba, se vence, se pierde, se muere… se va!. Y con este va y viene.. pareciera que también va y viene nuestra felicidad… ¿Será así?... ¿O podremos permanecer felices y dejar que todo lo externo vaya y venga?
“Si quieres hacer feliz a un hombre común, o hacerle creer que es feliz, dale dinero, poder, halagos, honores. En cambio si quieres hacer feliz a un hombre sabio ¡Mejórate!” Dicho sufí
Conciencia amigos… nos hace falta más conciencia… porque en definitiva me pregunto: Si aquí en Venezuela hubiese una tragedia como la de nuestros hermanos japoneses… ¿Qué pasaría con todos los que han puesto la felicidad en lo que fácilmente y en cuestión de minutos se pierde?
Por eso la invitación es a comenzar a ser más concientes de lo que estamos haciendo con cada precioso minuto que tenemos, con cada amanecer, con cada ser humano con quién nos topamos en nuestro diario vivir, que estamos haciendo por el planeta… cómo podemos aportar nuestro granito de arena para vivir mejor y hacer que los demás vivan mejor, como podemos servir, hacia dónde se dirige nuestro servicio y a través de el cumplir con nuestra verdadera misión de vida que es una sola: SERVIR!
“La mayoría gastamos nuestra vida como si tuviéramos otra en el banco”
Ben Irwin
Continuará…
Ondina Patricia Pilca
Terapeuta/Coach Profesional
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