
Durante muchos años pensé que era normal, parte de mi personalidad o carácter. Además, era lo que había visto en mi familia toda la vida.
Sabía por supuesto que sufría, que me causaba problemas grandes, me arruinaba mis relaciones, pero, que mas podía hacer pensaba, así era yo.
Eso me llevo durante mucho tiempo, a tener muy pocos amigos y relaciones difíciles y conflictivas. Creía que era normal, que mis peleas con otros eran por que la gente era muy complicada y problemática.
Con mis pensamientos de drama y dolor, no solo me amargaba y creaba sufrimiento innecesario para mi, sino que contagiaba y cargaba con mi dolor, a quienes me rodeaban y usualmente era con mis cercanos con quienes tenia menos cuidado.
En realidad no tenia la experiencia interna de tener relaciones serenas y sanas, había crecido entre los gritos, el drama y el dolor emocional.
Yo no conocía otro modelo. Pensaba que la vida para todos era así.
Durante años, mi esposa me reprochaba por que yo no me desconectaba del trabajo o de los problemas, o por que no disfrutaba la vida.
Yo me quejaba de lo agotado que estaba, pero tan pronto podía relajarme, pensaba en un problema o lo peor, creaba uno.
Cuando las cosas iban bien en mis negocios, creaba otros más grandes o arriesgados, de manera que pronto la tranquilidad que había logrado la perdía de nuevo; era como si me gustara sufrir.
Un día, una amiga experta en adicciones, me pregunto si yo era adicto al dolor emocional y al drama.
¿Como así? le respondí un poco indignado.
Si, me dijo ella, una persona adicta, es aquella que no puede vivir sin repetir ese habito o comportamiento nocivo, piensa esto: - continuo- , ¿cuando tienes tranquilidad en tu vida, buscas pensar en lo que no esta bien o terminas creando algún problema que te atormente?
¿Te ocurre que a veces las personas te dicen algo y con tus pensamientos exageras o lo tomas en contra tuya?
¿Con frecuencia te ves involucrado en conflictos que ni entiendes como comenzaron?
¿A veces te descubres solo y en tu cabeza estas discutiendo con alguien, es como si encontraras razones para alimentar y mantener en ti pensamientos que te crean dolor emocional?
¿O cuando tus relaciones están bien, te parece rara tanta paz y al poco tiempo comienzas el conflicto?
¿Es como si de alguna manera, extrañaras la sensación de dolor emocional?
Observa tus pensamientos por unas horas….
¿Son acaso la mayoría, de quejas o de críticas?
¿Repites una y otra vez en tu cabeza, escenas dolorosas de tu pasado?
¿Alimentas miedos o piensas de manera tormentosa, en lo que no tienes en tu vida?
¿Te molestas cuando te cuestiona tus miedos, alguien que te quiere para que no te atormentes?
¿Te das cuenta que quizás esos pensamientos son repetitivos,
y lo peor, sabes que te causan dolor y sin embargo los sigues alimentando?
¿Cuantos momentos de vida, te has arruinado con esos pensamientos?
¿Cuanto sufrimiento te has causado?
¿Cuantas noches de desvelo inútiles?
¿Cuantos problemas innecesarios creados?
¿Cuantos gastos adicionales?
¿Cuanto dolor le has causado a quienes te rodean?
¿Cuantas relaciones que has maltratado o terminado para siempre?
¿Cuantas oportunidades buenas has arruinado?
Si alguien me confrontaba, justificaba mis reacciones, me ponía defensivo culpaba a los demás y le restaba importancia al dolor que con mis dramas le causaba a mis cercanos.
Negaba que esto fuera una conducta habitual mí.
Esta es la negación que hace una persona con alguna adicción
Lo importante es que si tu decidí cambiar
Comencé por reconocer que tenía una adicción al drama y al dolor emocional.
Que lo creaba y lo alimentaba con mis pensamientos.
Acepte que yo tenia el control, que yo no era mis pensamientos ni mis emociones que yo los creaba
El solo tomar conciencia de mis pensamientos, transformo mi visión de la realidad, comencé a crear una gran diferencia en mi calidad de vida cuando cuido mis pensamientos y elijo no darle energía a los pensamientos con los que creo drama o dolor emocional para mi o mis cercanos.
Ellos siguen apareciendo por que mi mente, tiene el hábito de crear el drama, entonces solo los observo y los dejo pasar como a un invitado a quien no quiero darle importancia.
Debo reconocer que no siempre lo logro, aunque cada vez los espacios entre mis dramas son mas largos, aun me descubro avergonzado como si despertara en medio de tormentas emocionales que no supe como cree.
Te invito ahora mismo a observar cada pensamiento, que te crea dolor, alimenta el conflicto o exagera en forma negativa tu realidad, que crece tus miedos o emociones negativas,
Aquellos pensamientos que te llevan a sentirte victima, a auto compadecerte, todo esto, es el combustible de tu adicción al drama y al dolor.
Haz un inventario lo mas detallado posible, del daño que te has causado y los precios que has pagado en todos los aspectos de tu vida y como con eso le has creado dolor y sufrimiento a tus cercanos con estos pensamientos de dolor y de drama.
Y cada ves que reconozcas un pensamiento que alimenta tu dolor o tu drama piensa en los precios que vas a pagar o que van a pagar los tuyos, si continuas manteniendo ese pensamiento
Trabaja con un pensamiento a la vez, no te juzgues cuando te descubras creando o alimentando un pensamiento de drama o de dolor. Solo cámbialo, como cuando cambias el canal de la televisión, con serenidad y seguridad, sin drama, enfoca tu mente en lo que quieres, no en lo que no quieres.
Esto comencé a hacerlo hace unos años y he cambiado mi vida de una manera significativa, tengo más paz interior, disfruto mas mi vida, tengo menos problemas y mejores relaciones personales.
Como un buen adicto, no puedo bajar la guardia ni un instante, para no dejar asomar a mi vida esos pensamientos ladrones de paz.
Ondina Patricia Pilca
Psicoterapeuta/Coach profesional
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