Por: Ondina Patricia Pilca
Hoy estoy de aniversario... estoy cumpliendo un año de trabajo en la empresa que me contrató, unos meses después de mi llegada a Chile...
Esta mañana cuando escribía una pequeña nota de agradecimiento a mis jefes y al personal, recordé cuales eran mis condiciones hace un año, cual fue el camino recorrido y dónde estoy ahora.
Yo llegué a Chile, supuestamente de vacaciones por tres meses... lo que yo no sabía es que me ofrecerían matrimonio y después de pensarlo unos cuantos días diría que sí. Tal vez la sorpresa, la novedad, los preparativos, la esperanza de vivir otras cosas, entre otras... me hicieron evadir en gran medida, el gran proceso de cambio que atravesaría: dejar mi país, mi casa, mi carro, mi consultorio, familia (aunque muy poca es la que realmente extraño), mis amistades... mejor dicho los hermanos que la vida me regaló, en fin... mis seguridades y zonas de confort.
Aunque yo al principio me sentía muy segura, era lógico que al tiempo... después de haber pasado la etapa bonita del matrimonio, la reunión en familia, amistades cercanas y pisar la realidad, algo comenzara en mi cuerpo a recordarme que me faltaba vivir el duelo, despedirme, perdonar, ubicar a algunas personas en su lugar, cerrar algunos ciclos etc.
El regalo del reencuentro conmigo misma , vino mal envuelto en un proceso de somatización que me hizo ir a parar a una clinica, y que a la vez me hizo recordar que aún tenía asuntos pendientes que resolver y heridas abiertas que sanar.
Al observar lo que ha sido mi proceso de adaptación a esta nueva etapa, me percato de que la vida es maravillosa...hay regalos hermosos que traen contenido horroroso a tu vida... y hay envoltorios que a la vista parecen horribles, pero su contenido es lo mas bello y preciado que ningún regalo pueda traer.
Estando en Chile murió mi madre, ciertamente un feísimo envoltorio, que escondería el darme cuenta que en tan poco tiempo hice buenas y grandes amistades, que este trabajo en el que hoy cumplo un año fue fundamental para que yo transitara este proceso de cambio, y que en él encontré gente hermosa que hoy me ha hecho llegar profundos mensajes de felicitación en mi aniversario. Me iré a dormir con la grata satisfacción del reconocimiento, de la palabra honesta, de las sonrisas limpias y el agradecimiento desde el corazón.
Las situaciones adversas o mal envueltas... siempre traen dentro algo hermoso: este proceso me hizo entrar en contacto con quien hoy es mi psicóloga favorita Karen, hizo que me encontrara gente extraordinaria... y también me hizo conocer el lado de luz y de sombra de mi esposo, y aún así decidir quedarme en la relación.
Los regalos mal envueltos que he recibido en este último año, hicieron que iniciara un proceso profundo de perdón hacia mi misma.. otro hermoso obsequio y definitivamente este cambio que ha costado muchas cosas, trajo a mi vida una transformación interna increíble, que aún hoy sigue gestándose.
Por eso no podemos juzgar el regalo por el envoltorio... recibir con humildad y esperar a que se manifiente lo que esta dentro, es uno de los caminos para aprender, trascender y evolucionar.
Recuerden siempre que debajo de una linda envoltura, puede haber un regalo que no nos guste, que no sea funcional, o que nos traiga muchos inconvenientes... y debajo de uno mal envuelto, puede estar nuestro gran aprendizaje.
Hasta pronto!