Por: Ondina Patricia Pilca
Terapeuta/Coach Profesional
“Todos elogian a la primavera y esperan ansiosos su llegada, pues piensan que las flores surgen en esa época del año. En realidad las flores surgen en el invierno, aunque clandestinamente, y se manifiestan en la primavera. La falta de agua, el frío y la poca luminosidad del invierno castigan a las plantas, llevándolas a producir metafóricamente las flores que se abrirán en la primavera.
Las flores contienen semillas, y las semillas no son nada más que el intento de darle continuidad al ciclo de la vida de las plantas ante el crudo frío invernal. El caos del invierno es responsable de las flores de la primavera”.
Decidí comenzar con ésta metáfora, ya que me pareció una hermosa analogía para indagar un poco en el proceso que se gesta en nosotros cuando pasamos por nuestros “inviernos existenciales”… por supuesto, es necesario que se den dos condiciones importantes: la primera es que nos demos cuenta que estamos pasando por un invierno existencial, ya que a veces con la prisa en la que vivimos y llenos de cosas por hacer, a veces ni siquiera nos damos cuenta que estamos tristes o deprimidos.
En segundo lugar tener la suficiente confianza como para darnos cuenta, que esos momentos internos de “falta de agua, frío y poca luminosidad”, que parecen castigarnos… están allí no para destruirnos, más bien llegan para generar en nosotros una bella “primavera existencial”… si aprendemos a manifestar sabiduría, amabilidad, tranquilidad, tolerancia… sobre todo si aprendemos a desarrollar la capacidad de comprender y superar nuestros conflictos... que son por demás muy humanos.
Los dolores producidos por problemas externos o por factores internos son los fenómenos más corrientes de nuestra existencia. Alguien pudiera no tener problemas económicos, pero si tener problemas internos. La princesa Diana era elegante y humanitaria y no atravesaba problemas financieros, pero por lo que se dice, poseía dolores emocionales intensos, sufría crisis depresivas, etc.
Estos inviernos existenciales no seleccionan a las personas con dinero o no, con profesión o sin ella, con pareja o sin ella… sencillamente forman parte de la vida y son oportunidades bellísimas para crecer y evolucionar…
Sin embargo… nosotros los seres humanos no toleramos nuestros dolores, queremos salir rápido de eso, no nos gustan las preguntas… queremos las respuestas... y ya!!
Y así nos perdemos el proceso, matamos la semilla y por ende… estamos condenados a vivir en un eterno invierno… Particularmente yo no he visto a ninguna semilla quejándose por el frío, por la poca luz o porque no tienen agua. Simplemente respetan su proceso… por eso… la natura es sabia y deberíamos aprender de ella!!!
¿Cuál es en este momento tu invierno existencial?
En la respuesta a esta pregunta… hallarás a tu gran maestro de vida… y si consigues dejar la resistencia… seguramente encontrarás una bellísima PRIMAVERA.
