No
conviertas un dolor en sufrimiento: déjalo venir, déjalo pasar, no te aferres a
él… Sé lo que eres en el presente, deja atrás el pasado, no cargues culpas.
Elimina toda ansiedad por el futuro. Prepárate a trabajar por tu evolución hasta
el último instante de tu vida… No le rindas cuentas a nadie: sé tu propio juez.
Aprende a criticarte a ti mismo@ y también a felicitarte. Cada noche, antes de
dormir, repasa tu día y juzga tus acciones con objetividad… Si quieres
triunfar, aprende a fracasar. No te definas por lo que posees… Nunca conviertas
una actividad u otro ser en el motivo de tu existencia: entrégate a tu propia
vida, no delegues tu poder. Cuando hables con alguien no lo interrumpas hasta
que haya expresado su idea. Mientras lo escuchas no lo contradigas o apruebes
mentalmente: óyelo sin tener opiniones.
Cuando se calle, tú, libremente,
considera lo que ha dicho y reacciona como tu conciencia te lo dicte. No te
comprometas con ideas en las que no crees, ni siquiera por necesidad de obtener
un trabajo… No des consejos sin advertir antes: “Según lo que yo creo y hasta
donde yo sé, arriesgando equivocarme”. Nunca afirmes algo sin decir al final
“Hasta cierto punto, en tal fecha y en tal sitio”… Nunca hables de ti sin
concederte la posibilidad de cambiar. Nunca hables de ti como si fueras un ente
limitado, siempre que actúes piensa que no existes individualmente, que lo que
haces se hace impulsado por fuerzas colectivas… Sólo aceptando que nada es tuyo
serás dueño@ de todo. Conviértete en una total ofrenda…
Cesa de hablar mal de los otros o del
mundo: cuando te pregunten tu opinión sobre algo o alguien di sólo sus
cualidades. Si no le encuentras cualidades, calla… Haz lo más frecuente posible
actos positivos para el otro y el mundo en forma gratuita y anónima… Cuando te
enfermes, en lugar de odiar ese mal, considéralo tu Maestro… Acepta sin envidia
los valores del otro… No hables haciendo resonar tu voz en la cabeza o en la
nariz o en tu garganta, hazla resonar en tu pecho: usa la voz del corazón… No
toques el cuerpo del otro para tomarle algo o para rebajarlo: tócalo para
acompañarlo… No mires con disimulo, mira siempre directo…
Da, pero no obligues a recibir… No hagas
sentir culpable a nadie y acepta que eres cómplice de todo lo que te sucede… No
olvides a tus muertos queridos, pero dales un sitio limitado que les impidan
invadir toda tu vida. En el lugar donde habitas consagra un pequeño sitio a lo
sagrado… Que nunca en tu cocina haya suciedad o desorden… Cuando rindas un
servicio no te quejes ni hagas resaltar tus esfuerzos: si decides ayudar o
trabajar para otro, hazlo con placer sin esperar agradecimientos… Si prometes,
cumple… Si dudas entre hacer o no hacer, arriésgate a hacer, aceptando la
posibilidad de fracasar…No definas a alguien ni por su raza, ni por su sexo, ni
por su profesión, ni por sus ideas, simplemente no lo definas… No imites ni
copies, absorbe y transforma…
Deja de pedir y comienza a agradecer… No
trates de ser todo para alguien: concédele la libertad de buscar en otros lo
que tú no puedes darle. Otórgate a ti mismo@ ese derecho… Cuando te hagan una
pregunta no te obligues a dar una respuesta: puedes callar, hacer un gesto, o
reemplazar la respuesta por otra pregunta… Para obtener algo, desea de verdad
obtenerlo… Trata al otro como quisieras que te trataran a ti… Si no quieres
cometer errores, nunca lograrás la perfección… Si no tienes la fe y la quieres
obtener, imítala… Cuando alguien esté triunfante delante de un público no vayas
a su territorio para contradecirlo con el objeto de robarle ese público. Crea
tu propio sitio y tu propio público… En casa ajena come con moderación.
A donde te han invitado, llega siempre con un regalo… Vive de un dinero ganado por ti mismo con placer… No te adornes con ideas ajenas. No te fotografíes junto a personajes famosos. No te jactes de aventuras amorosas… Abandona tus hábitos físicos, sexuales, emocionales y mentales, busca constantemente el cambio… No te vanaglories con simpatía de tus debilidades…
Nunca veas a alguien sólo para llenar tu
tiempo… En las conversaciones trata de no hablar de ti y ni de acontecimientos
temporarios, habla de temas… Por lo menos una vez al día siéntate inmóvil,
deteniendo tus palabras, tus emociones y deseos: observa tu acontecer interior
como si estuvieras sentado en una orilla viendo pasar un río…
No impidas que tus hijos vayan más lejos
que tú, acepta el camino que ellos elijan. Nunca les critiques a sus seres
amados. Déjalos crecer como y hacia donde ellos quieran… No te disfraces con
personalidades falsas para que te admiren… Actúa por el placer de actuar y no
por lo que esta acción puede hacerte ganar… Obtiene para repartir… Si alguien
te dice que has cometido una falta y tiene razón, no le discutas y reconoce de
inmediato esa falla… Nunca des un regalo preocupándote después de lo que el que
lo recibió hizo de él… Si hablas con personas de las que desconfías, no
respires por la boca. Tenla cerrada e inhala sólo, por la nariz. No le
respondas “No es verdad”, dile mejor “Yo creo otra cosa”.