Cuando uno comienza a trabajar para desmantelar a la mujer 4x4, puede
llegar un momento en que nos sintamos “HARTAS”… quizás sintamos ganas de tirar
la toalla, porque no vemos los cambios… nos desesperamos y sentimos el proceso
demasiado complicado, exigente o nos parece sin sentido… No ha ocurrido ningún
milagro y entonces nos preguntamos… ¿Por qué cambiar y en su lugar renunciar y
hacerlo en paz?
¿Ves como funciona la mentalidad del miedo?
Dice Marianne Williamson: La mentalidad del miedo opera así en todos
los casos: A unas personas les dice que no vale la pena que acabe de escribir
su novela, por ejemplo, porque nunca lo conseguirá, y de todos modos es mala
escritora… según la mentalidad del miedo. A otro le dice, que no se moleste en
asistir a esa entrevista, porque lleva demasiado tiempo sin trabajar y en esa
empresa solo contratan a gente joven… según la mentalidad del miedo… etc.
Todas en algún momento, tenemos esta forma de pensar… sobre todo,
cuando se trata de procesos largos y que aparentemente no se ven resultados
inmediatos.
En el caso de una mujer 4x4, la inunda el miedo a parecer vulnerable,
a pedir ayuda y no recibirla, que todo es mejor hacerlo por sí misma, porque
nadie lo va a hacer mejor o no se van a ocupar de eso… y en muchos casos a una
obsesión por ocuparse de la vida de otros, en lugar de la propia!
Dice Marianne Williamson al respecto: “Aprender a vivir con las
decepciones y los fracasos normales de la experiencia humana (sobre todo con la
interpretación que les da la mentalidad del miedo) forma parte de la maestría
espiritual.
Y esto no implica, vivir una vida perfecta (porque no existe), ni
donde no pase nada; significa haber aprendido lo suficiente como para ser
capaces de soportar y transformar, lo que no va bien… es aprovechar esas
experiencias para el trabajo personal, y eso es lo que se hace en un proceso
terapéutico!
Allí… desarrollamos músculos conductuales, que nos sostienes cuando
sentimos el impulso de sucumbir ante aquello que más nos tienta. Esa maestría
no es superhumana, sino profundamente humana. Es aceptar que ciertos días te
sientes que no avanzas y que sigues siendo esclava de un montón de cosas.
No dejes que el hecho de no ver resultados, que pareciera que no pasa
nada, de reincidir en ciertas relaciones que te hacen daño o la resistencia de
seguir en tus terapias o de buscar ayuda, de sentir que fracasas, etc… TE
DETENGA! Todo ello forma parte del proceso. En algún momento comenzarás a ver
los resultados… te lo digo yo… que he hecho y sigo haciendo de todo para
mejorar día a día y transformar mis defectos de carácter, mis dependencias, mis
hábitos destructivos… es un trabajo del día a día… pero el éxito esta
garantizado, si crees en ti y esperas el TEMPO (que es el que corresponde a tu
alma y no al reloj).
Recuerda que no estas librando solo una batalla conductual… estas
librando una batalla espiritual. No asistes a terapia o buscas ayuda, solo para
desmantelar a la mujer 4x4 que vive en ti… sino para convertirte en una
expresión más radiante del ser humano que eres.
Por mucho tiempo que te lleve transformar tus viejos hábitos, no te
rindas emocionalmente. No busques en otros la confirmación de tu fe. Al
principio, los ojos físicos no advierten el embarazo de una mujer, pero llegan
a hacerlo al cabo de un tiempo. Igualmente… tal vez a tus ojos no son tan
evidentes los cambios “afuera”, pero en tu corazón siempre lo sabrás!
Ten confianza… “Un nuevo estado se está abriendo paso a tu experiencia
relacional”… porque la estas transformando de “Adentro para afuera”
Por lo pronto te dejo con una hermosa oración, de mi tan citada
Marianne Williamson, en su libro “La dieta del alma”:
“Dios querido:
Estoy dispuesta a morir como aquella que fui y
a nacer como aquella que deseo ser.
Pero no puedo hacerlo por mis propios medios.
Transfórmame en lo más profundo, para que
no vuelva a padecer el dolor
de la irrealidad.
Impregna mi alma con la semilla de mi verdadero yo,
para que la dicha y la paz me sean dadas al fin.
Amén”
Con amor,
Ondina Patricia Pilca