Quienes
estamos de alguna manera insertos en el mundo del autodescubrimiento, la
autoayuda o de buscar resolver asuntos internos, para mejorar como personas,
trascender y evolucionar a veces podemos caer en desesperación, al ver que
trabajamos y trabajamos un determinado tema y sin embargo, la vida nos muestra
que aún no lo hemos resuelto.
Creo,
por experiencia propia, que a veces existe la tendencia a presionar los buenos
resultados y nos creamos la “idea” de que ya superamos el examen, cuando en
realidad no es así… los tiempos del alma y del corazón, son distintos a los que
manejamos en lo humano y terrenal.
Inevitablemente
tenemos la tendencia a repetir patrones de conducta adquiridos o vivenciados en
la infancia, e inconscientemente los repetimos porque es lo conocido y aunque a
veces muy doloroso, representa nuestra zona de confort, además de que siempre….
SIEMPRE… obtenemos una ganancia secundaria al repetirlos.
Si por
ejemplo, nacimos y nos criamos con la sensación de que fuimos una CARGA, que
nuestros padres tuvieron que hacer demasiados sacrificios para criarnos, o que
tal vez nunca sentimos que nos dieron un LUGAR seguro, en donde nos sintiéramos
amados, respetado y queridos por SER y no como hijos del DEBER SER… tendremos
estos problemas de adultos y mientras más avanzada sea nuestra edad, más se
acentúan si no hemos tomado consciencia de ello, hacemos el trabajo de
observación y de amor diario, y no establecemos acciones diferentes diarias,
que nos apoyen a tener resultados diferentes.
En el
caso de haber sentido y vivido un enorme sacrificio por parte de nuestros
padres, y que ellos no nos hayan explicado con amor que era lo que tenían que
hacer y que no tendríamos que habernos sentido culpables o responsables por
ello… sentiremos de por vida una DEUDA IMPAGABLE, dañina y destructiva, que nos
afectará de muchas formas, entre las principales se encuentran: no hacer
nuestras vidas, sentir que la única responsabilidad son nuestros padres,
quedarnos eternamente en el rol de hijos, no crecer y además con el agravante
de sabotearnos los éxitos o cualquier puerta que se abra, para el logro de
nuestra independencia.
Si sentimos
la sensación de no tener un LUGAR propio, seguro y amoroso…andaremos por la
vida, buscando que “otro” nos dé el lugar, en cualquier sitio repetiremos la
sensación de NO PERTENENCIA y tendremos serios problemas de INTEGRACIÓN… porque
la sensación de niños fue de exclusión y de no reconocimiento. De pronto
trataremos de solucionarnos, cambiándonos de casa, de pareja, de trabajo o de país…
más si no hay consciencia de la raíz del conflicto, nos perseguirá a todas
partes.
Quienes
fueron reconocidos como hijos del DEBER SER, poco escuchados y no reconocidos
en necesidades afectivas, manejarán altos montos de culpabilidad, tendrán
tendencia a postergar sus necesidades por las de otros, sobre exigencia,
perfeccionismo, baja tolerancia a la frustración, constante autocrítica,
personalidad depresiva y ansiosa, dificultad en la expresión de emociones y muy
orientados al deber, sobrepasando los límites de cansancio y fatiga personal.
Lo
primero es tomar consciencia de la infancia que vivimos y la relación con
nuestro presente. Lo segundo es ponerle luz a lo que tal vez hemos querido que
permanezca en absoluta oscuridad, porque enfrentarlo implica mucho dolor.
Luego, identificar cuáles son las ganancias secundarias, como por ejemplo no
responsabilizarnos por nosotros mismos y buscar que otro nos resuelva el
problema… ambas conductas sumamente infantiles y que no te permitirán salir del
círculo vicioso.
Buscar
ayuda, el trabajo de amor diario y establecer acciones diferentes, son los
siguientes pasos… unido al respeto por los tiempos del alma y la paciencia con
nuestro niño interior herido.
Recuerda…
más vale revivir al maestro dolor por unos días, que vivir adolorido toda la
vida y que nuestras heridas nos muerdan a nosotros mismos y a los que nos
rodean.
¿Deseas bienestar a tu alrededor?… comienza por ponerle luz a tus sombras!
Si te
identificaste con este tema y necesitas orientación profesional… contáctame!
Ondina Patricia Pilca
Psicoterapeuta/Life Coach
Twitter: @ondinapilca
Móvil: +56956536191