Por: Ondina Patricia Pilca
Para nuestro manuscrito correspondiente al mes de mayo, quise comenzar con esta frase que utilicé en el anterior, tal vez buscando dar énfasis al cómo abordar nuestra difícil situación relacional de los actuales momentos. Y utilizo el termino “relacional”, ya que juzgo que la mayoría de los problemas por los que estamos transitando actualmente, tienen como trasfondo el llamado a cambiar nuestra forma de relacionarnos en primer lugar con nosotros mismos, y partiendo de esa transformación personal, poder mirar con nuevos ojos nuestro entorno… ya no bajo el velo de viejos resentimientos, culpas, deseos de venganza, impotencia y el gran sentimiento que cubre todas las anteriores… EL MIEDO.
Hemos estado sumergidos por años, en una carrera por querer solucionarlo todo de forma instantánea… en la búsqueda de procedimientos mágicos y esperando que cambie algo “allá afuera” para lograr nuestra satisfacción personal y plenitud. Si bien es cierto que nuestra educación formal, los títulos, los cargos importantes, las cosas materiales, pareja, hijos, etc., nos han llevado a un bienestar “temporal”, también pudiéramos comenzar a cuestionarnos porque entonces existe tanta gente “muy culta… pero muy infeliz”, con éxito profesional pero sin saber que hacer con su vida personal, en un cargo significativo pero profundamente deprimida… personas en empresas importantes pero inmersas en actividades laborales a tiempo más que completo… como escape a sí mismos y a lo que se cree incapaz de resolver como persona… sin contacto con sus más profundas emociones.
El trabajo personal requiere de tiempo y es difícil… por supuesto no más difícil que seguir viviendo desconectados de nosotros mismos… no más difícil que amanecer “en automático” y llenarnos de tareas para emprender una nueva huida de lo que realmente queremos… pero para ello el único compromiso que se tiene es con el cambio, y el cambio nos asusta… porque ciertamente ganamos mucho, pero también corremos el riesgo de perder aquellas cosas, razones, personas y estructuras que representan “nuestra mal llamada seguridad” y que si nos detenemos a revisar… muy probablemente muchas de ellas se encuentren ya vencidas.
Hay muchas áreas caducas en nuestras vidas… ya no podemos seguir reaccionando de la misma forma, ante un mundo que nos está exigiendo “cambios profundos” como individuos y sobre todo como seres espirituales…
Allá afuera hay una urgente búsqueda de llenar un vacío espiritual y personal, que nos lleve por otro camino… pero nadie ajeno a cada uno de nosotros se hará cargo… eso es tarea del “adulto” que tenemos que despertar, para asumir un verdadero papel protagónico en nuestras vidas… no podemos seguir esperando “que alguien se vaya o que alguien regrese o algo cambie por sí solo” para ser felices…
“Mientras no cambiemos la relación
EMOCIONAL con el mundo,
no estamos aprendiendo a vivir”
Te invito a observarte y observar tu entorno inmediato… seguro te darás cuenta que detrás de un problema económico hay una fuerte depresión… un no saber que hacer con la vida… detrás de un problema de pareja hay un llamado al “cambio”… detrás de una insatisfacción… hay muchos problemas no resueltos de nuestra vida pasada…
Resolverlos… asusta! Pero no hay manera de vivir tan satisfactoria, como vivir concientes de lo que estamos creando a cada instante, primero con nuestros pensamientos y emociones… y luego producto de las dos anteriores, nuestras acciones que por supuesto siempre serán el reflejo perfecto de nuestro mundo interior…
Es saber que ese conductor malhumorado, chocante y agresivo… solo me esta mostrando esa parte mía que tal vez no quiera reconocer… y si no hagan la prueba… observen cada día, que con el mismo estado de ánimo con el que salen de sus casas…así responderá su día y serán las personas con quienes se encuentren!
El llamado es pues a detenernos en nuestra frenética búsqueda de satisfacciones pasajeras y soluciones instantáneas, para así poder conocernos y hacer contacto con nuestro SER… allí están las respuestas, allí están las verdaderas soluciones… desde allí podemos transformarlo todo!
¡Vamos a disminuir la brecha que existe entre los grandes temas de la vida y el ser entrenado solo para trabajar y producir!
Si no te ha importado dedicarle años de tu vida al conocimiento y al estudio formal… ¿No crees que es tiempo de que también le dediques tiempo a conocerte interiormente y saber que pasa contigo?