¿Sabías que detrás de esa mujer 4x4… esa gran ejecutiva, profesional, o hermosa, grandota, con paso firme, una carrera, económicamente independiente, que se la sabe todas, tiene una respuesta para todo y no necesita a nadie… vive una niña que quiere ser escuchada?
Una 4x4 se va gestando a partir de muchos acontecimientos… hoy me voy a referir a las hijas de madres que han sido abandonadas por sus parejas, han sido hombres “intermitentes”, puede que hayan estado, pero han sido o son hombres muy lejanos emocionalmente… razones suficientes, como para que esas “madres”, hayan tenido que asumir el doble papel que todos conocemos.
Como resultado de la “ausencia” del rol masculino “sano”, esas madres salen a trabajar, a ganarse la vida y a resolver todo ellas solas, se ocupan de todo: el trabajo, la casa, el colegio, las necesidades básicas de esa niña, etc. etc…. Se acostumbran a “tapar” con el HACER… todo el sufrimiento que les genera el abandono, toda la tristeza y la lucha que sugiere una vida llevada de esta manera, y lo más importante SU GRAN MIEDO A LA SOLEDAD.
Esa niña (o esos niños) producto de esa relación de abandono, pasan a ser el “MOTIVO” principal de su vida, e inconscientemente van trasladando toda su insatisfacción y sus asuntos emocionales no resueltos a esos hijos… De alguna manera, la dinámica relacional se vuelve enfermiza entre ellos… La madre traslada o proyecta sus temas no resueltos sobre los hijos. Los hijos… en alguna parte de su psique comienzan a sentirse responsables de la felicidad de esa madre. La madre, también inconscientemente, hace todo lo posible porque no crezcan emocionalmente, coartando su libertad a establecer relaciones de pareja (las critican todas y ninguna funciona según ellas), les brindan todo tipo de seguridad con tal de que no se vayan de su lado y así es como esa hija, que se convirtió también en una 4x4 (y que esconde a la eterna niña)… logra todo, menos crear su propia vida de pareja, independizarse emocionalmente, enfrentar los grandes temas de la vida o sostener un matrimonio (si se casan, harán todo los posible por regresar con mamá)… porque en algún lugar de su psique la pregunta y el miedo que surge es ¿Cómo voy a ser yo más feliz que esa mujer sacrificada que lo dio y lo dejó todo por mi?
Por supuesto, esto es un doble juego: unas veces se es víctima… otras victimario… generándose una difícil relación, llena de roses y fricciones… una relación muy parecida a la de “marido y mujer”… y en esta lucha, permanece escondida la “NIÑA”… queriendo gritar unas cuantas cosas… entre ellas el miedo que sufre, su sentirse “desvalida”, no saber manejarse cuando llegan las grandes cosas de la vida, sus angustias y temores… Y mientras siga así, saboteará todas las relaciones de pareja (buscando a papá), creerá que no puede con los grandes proyectos de la vida o con una vida independiente y todo le parecerá demasiado grande… aunque por fuera aparente ser una mujer FUERTE, DECIDIDA Y CON PASO FIRME!
¿Qué tal si en algún momento paramos nuestro HACER y decidimos escucharla?
Escucharla a ella, es de alguna manera comenzar a corregir ciertos aspectos de nuestras vidas, que no nos han permitido lograr la vida que queremos… Esa niña que vive dentro de nosotros… GOBIERNA TODO NUESTRO MUNDO RELACIONAL… Y si ella es la que lleva a cabo tan importante tarea… ¿Por qué no prestarle atención para ver que necesita?
Pronto nos volveremos a encontrar con amor….
Ondina Patricia Pilca
Psicoterapeuta/Coach profesional
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