Un
niño estaba jugando con un grupo de amiguitos a trepar por una
escalera. Él fue el único que se atrevió a llegar al peldaño más alto
donde los otros no se atrevieron por miedo.
Después, su abuelo, le preguntó:¿ Por qué a ti no te dio miedo subir mientras que los otros no se atrevieron?
Porque ellos cuando subían miraban hacia abajo, respondió. Veían lo alto que estaban y se asustaban. Cuando yo trepaba miraba hacia el cielo. Veía que bajo que yo estaba, y eso me alentaba a subir más.
¿Qué es lo que determina nuestras acciones?
¿Qué es lo que está justo antes de una acción?
La
respuesta es obvia: nuestro poder de decisión. Todo aquello que nos
ocurre en la vida, tanto bueno como malo, comienza primero con una
decisión. Nuestro destino surge a partir de los momentos de
decisión. Nosotros mantenemos una conversación que es la que nos hace
elegir por una u otra opción
Dales una mirada retrospectiva a los últimos diez años y piensa:
¿Qué decisiones acertadas tomaste?
¿Cuáles fueron equivocadas?
¿Qué decisión diferente podría haber cambiado tu vida en forma radical?
¿Cuál, consideras que fue el factor clave de tus decisiones acertadas?
¿En qué momentos experimentaste emociones de fracaso o desengaño, vergüenza, soledad o desánimo?
¿Qué decidiste hacer con estas emociones?
¿Seguiste perseverando mientras presionabas tus propios límites o decidiste abandonar la lucha y resignarte?
Acciones diferentes
producen resultados diferentes
Tu
vida cambia en el momento en que te animas a tomar una decisión. Ellas
son la fuente, tanto de problemas como de oportunidades. Lo que te
paraliza en el momento de tomarlas es el temor a la equivocación. Lo
importante no es la decisión que tomes, sino tener previamente tomada la
decisión de seguir intentándolo hasta conseguir lo que quieres, no
importa lo que pase o el tiempo que te lleve.
La forma de tomar mejores decisiones
es tomar más decisiones
Hay
cuatro decisiones que estamos tomando a cada momento y son las que
determinan qué vas a ver, qué vas a sentir y qué vas a hacer:
- en qué vas a enfocar tu atención
- qué significan las cosas para ti
- qué vas a hacer importante
- finalmente, qué acción emprenderás
Observa,
entonces, qué lo que determina en qué te estarás convirtiendo no tiene
nada que ver con lo que está pasando en este momento, ni con lo que
ocurrió en el pasado. Lo que importan son tus decisiones actuales, las
que estás haciendo a cada momento en el presente.
Cualquier persona que esté disfrutando un éxito mayor que el tuyo,
en cualquier ámbito de tu vida,
se debe a que está tomando decisiones diferentes
A
lo largo de nuestras vidas hemos construido un sistema interno de toma
de decisiones que funciona en forma automática para nosotros. Este
sistema actúa como una fuerza invisible que dirige todos nuestros
pensamientos, sentimientos y acciones, tanto buenos como malos. El tema
fundamental es que, por lo general, la gente no pone en marcha este
sistema de una manera consiente.
¿Podrías establecer cómo es tu sistema?
¿Qué es lo que haces importante al momento de tomar una decisión?
¿Qué es lo que te mueve hacia un lado o hacia el otro?
No me siento deprimido
porque todo intento erróneo descartado
es otro paso hacia adelante
Consideramos que este sistema está compuesto por:
- Nuestro sistema de creencias
- La forma en que nos hablamos a nosotros mismos
- Nuestros valores y principios
- Las referencias que tenemos en cuenta
- Nuestra forma habitual de hacernos preguntas
- Los estados emocionales que transitamos con mayor frecuencia
- Como nos posicionamos frente a nuestros objetivos
Como
Coach yo asisto a las personas a tomar decisiones desde el corazón,
tomando contacto con la sabiduría interior y la intuición. Enfocándose
en sus sueños y en las cosas que más les gusta hacer.
Como
Coach apoyo a las personas a no quedarse pensando en cuál decisión
tomar y pasar a la acción habiendo evaluado todas las alternativas y
reduciendo lo más posible la cantidad de sorpresas que puedan aparecer.
Como Coach ayudo a las personas a elegir la alternativa que saque lo mejor de ellos y les permita ir por más
No hay seguridad en el mundo,
sólo hay oportunidad
Tú te conviertes en lo que haces.
Douglas MacArthur
|