Como expresa la disciplina del coaching, los
seres humanos no somos seres racionales como muchos piensan. Somos seres
emocionales, que consciente o inconscientemente, accionamos reaccionando a ese
mundo de carencias o abundancias.
En muchas ocasiones he dicho que el amor y el
dinero se manejan con las mismas energías. Así como nos relacionamos con el
dinero, nos relacionamos con el amor. Así pues, quien no valora el dinero,
tampoco valora el amor, quien usa el dinero para controlar o tener poder sobre
los demás, tratará de controlar y tener poder a través de él en su relación de
pareja y así sucesivamente.
Es un hecho, los
favores se agradecen y las deudas se pagan, jamás lo contrario. Sin embargo hay personas
que pretenden que les pagues los favores y otras que pretenden no pagar las
deudas, escudándose en el amor, el parentesco, los años de amistad, la
relación, etc.
Los favores no se pueden pagar
Hay que tener bien claro que los favores se
agradecen, no se pueden pagar, hay favores sencillamente impagables. Y las
deudas, sea con quien sea, hay que pagarlas, precisamente porque allí está la
honra a esa relación o a ese vínculo.
Cuando no comprendemos estas diferencias,
inconscientemente buscamos amor o aprobación a través del dinero, o
victimizándonos para lograr atención no pagándolas, es cuando comienza el
deterioro y hasta la perdida de relaciones afectivas importantes.
Otro caso, es por ejemplo las personas que
andan creando deudas emocionales, que es hacer favores guardando las facturas.
La verdad que en el fondo son personas muy resentidas, que quieren cobrarse a
como dé lugar, lo que la vida no les ha dado o mejor dicho, lo que sienten que
no se les ha dado. Personas que desde su carencia espiritual, lanzan esas
facturas a una caja y las van acumulando, para un día sacarlas todas y dejarte
en la ruina emocional, física, mental y espiritual.
Para rodearnos de relaciones sanas y cuidar
nuestro mundo emocional, hay que partir por cuestionarnos de que forma hemos
manejado el amor y el dinero hasta ahora, como lo invertimos o derrochamos, a
quien se lo regalamos, ¿lo valoramos?, ¿para qué lo utilizamos?, ¿somos
generadores y acumuladores de facturas emocionales?
Reflexiona sobre este interesante tema. Espero
que tengas un muy buen momento a solas sobre algo que te devela como persona y
ser emocional que eres.
Para terminar, quisiera agradecer la receptividad que he tenido en el cambio de imagen, la gráfica y mi manera renovada de comunicar lo que pienso, siento y hago. Gracias a ustedes, existe un yo por acá, dando lo mejor de más de 20 años de carrera.
Hasta la próxima.