Los seres humanos
escribimos nuestras historias a través de nuestros pensamientos. Es como si
estuviésemos frente a un computador que se escribe automáticamente por dictado
de lo que pasa por nuestra mente.
Sé que a muchas
personas no les gusta asumir esta responsabilidad, y prefieren seguir en el
círculo vicioso de querer cambiar el entorno, las personas, el país, etc.
Sin embargo, somos
absolutamente responsables de asignar los guiones a cada uno de nuestros
actores del reparto, en cada capítulo de la película de nuestra vida, para
darnos cuenta de lo que necesitamos cambiar en nosotros mismos.
Si nos atreviéramos
a hacer el ejercicio de sentarnos frente a una pantalla imaginaria, en la que
viéramos proyectada una determinada situación actual, observar los actores,
preguntarnos que papel le hemos asignado, para qué están allí y que nos están
mostrando, tal vez (de acuerdo al nivel de consciencia en el que nos encontremos),
pudiéramos darnos cuenta, que es nuestra necesidad de recrear ciertas imágenes
y de confirmar ciertas creencias, lo que mantiene a ciertos actores en esa
nuestra obra.
Es importante darnos cuenta, ya que es la
única manera de empezar a ver esos capítulos de nuestra historia con otros
ojos. Ya no desde el rechazo, la necesidad de cambiarlos, la victimización, la
sumisión, la soberbia, el orgullo o el miedo. Sino desde la gratitud y el
perdón.
La gratitud como vehículo para crear capítulos amorosos en tu vida
Gratitud hacia esos
seres que amorosamente se prestaron para interpretar el papel que nosotros
mismos le dimos, y a la vez perdonarnos por proyectar en ellos, nuestros
asuntos no resueltos.
Se por experiencia propia, que esta tarea no es muy sencilla que se diga.
Pero, créanme, es más difícil todavía ir por la vida repitiendo los mismos capítulos de vida
que nos llegan a aburrir y que además los otros no comprenden.
El miedo a verlo,
puede ser una de los factores más importantes que influyen en éste proceso. Sin
embargo, si imaginamos que llevamos una luz con nosotros para entrar en una habitación
oscura, nos daremos cuenta que en realidad no hay oscuridad, porque la antorcha
es nuestra, no le estaremos dando a los demás, la responsabilidad de iluminar
nuestras sombras.
Así que, les
sugiero hacer el ejercicio de la película, agradecerle a los actores de
reparto, y como protagonistas de esa obra, dedicarnos a escribir un nuevo
capítulo, con lo que si queremos proyectar en esa pantalla, a través de
nuestros pensamientos.
Todo comienza en
nuestra mente. Para que cambie tu historia, tienes que cambiar tu manera de
pensar.
¡Te invito a comenzar cuanto antes!
¡Hasta la próxima!