Son momentos de cambios profundos en el mundo, en nuestros países, ciudad, vecindad, hogares y especialmente en nosotros mismos. De lo macro a lo micro, todos estamos siendo afectados, por esta experiencia en la que estamos transitando.
Nos quitaron la zanahoria. Esto como metáfora, referida a que hasta hace muy poco, todos estábamos como galgos, corriendo detrás de la zanahoria (trabajo, dinero, relaciones, redes sociales, éxito, ascensos, conflictos, etc.). Todo esto era nuestra vida. Eso no está ni mal ni bien. Simplemente era la vida que teníamos.
Y llegó rápidamente este visitante a cambiarnos todo.
Este momento de confinamiento es histórico
Yo soy de las que piensa, que todo caos es un tiempo de “reacomodo”, más obviamente mientras estemos aún inmersos en el miedo a ese caos y aún en proceso de digerirlo, no podemos ver claramente, todos los beneficios que nos regala y muy probablemente nos regalará.
Lo único que podemos hacer en estos momentos es aprovecharlo de la mejor manera posible, no resistirnos, aceptar y fluir con lo que nos esté sucediendo. Todos tenemos una sensación de perdida en estos momentos, porque ciertamente estamos perdiendo cosas que hasta ahora eran muy importantes. Pero, ¿quién dice que estamos perdiendo, o nos estás despojando de la importancia que le habíamos dado a muchas de ellas?
Por eso, siento que es momento de hacer contacto con esa parte nuestra que nadie ni nada puede robarnos, que es nuestro ser, nuestra verdadera esencia. Somos seres maravillosos. Solo que hasta ahora habíamos estado cubiertos con muchas capas, en el PRETENDER SER, por TEMER SER.
¿Y si sacamos a ese ser maravilloso que aún vive en nosotros y nos dedicamos a dar lo mejor de nosotros a los que tenemos alrededor, y aún más allá por medio de la tecnología?
Qué cosas podemos hacer para ayudar/nos
Cosas sencillas como por ejemplo conversar, complacer a otro haciendo algo que no es totalmente de tu agrado pero que puede ayudar a otro, llevar alegría o juegos a los más viejitos.
Se me ocurre que incluso, si se tienen los recursos, ¿por qué no darle algún teletrabajo a alguien que haya perdido el suyo y pagar algo simbólico para ayudarlo?
Brindar aliento a otros, así sea desde nuestra mente, pues todos estamos unidos a través de ella. Ayudar en las tareas a otros, aunque tengamos muchas cosas pendientes. Darle paso a las conversaciones que alguna vez dejamos en pausa. Acompañar a otros a resolver algunos temas, si tenemos nosotros las herramientas y ellos no.
Esto también pasará
En fin, son muchos los regalos que podernos darnos y podemos dar a los demás.
Creo que de eso se trata. Que podamos salir de todo esto fortalecidos, siendo mejores seres humanos, y mirándonos como seres espirituales y no meramente como cuerpos.
Todos los días al despertar, podemos preguntarnos: ¿Qué regalo puedo dar hoy? ¿A quién? ¿Algún perdón pendiente? ¿Una llamada o mensaje? ¿Algún servicio gratis?.
La decisión de cómo transitar éste momento de cambios contundentes, es de cada uno de nosotros.
Tú decides, si transitarlo desde el miedo con todos sus derivados, o transitarlo desde el amor, que es igual a tiempo y atención.
Seguiremos en contacto. Así sea de forma virtual.
Aquí les va el regalo de todo mi amor, unidos en una sola mente creadora.
¡Esto también pasará!
Los amo.
