Desde la
perspectiva del coaching, se trabajan varias etapas con la finalidad de
alcanzarlos de la forma más rápida y eficaz posible:
1.- Necesidades internas:
En este
primer e imprescindible paso contactamos con las propias necesidades y deseos: ¿Qué
necesito cambiar? ¿Qué aprendizaje obtuve del 2018 que puede traducirse
en una necesidad de cambio? ¿Qué necesito emprender en este momento de
mi vida? Trabajando estos aspectos
podemos distinguir las necesidades y deseos reales de aquellos que pueden nacer
de la exigencia, el desconocimiento de uno mismo o la imposición de otros.
2.- ¿Cuáles son mis objetivos?:
En
este
paso le damos una forma concreta el objetivo, viendo qué significado
tiene para
mí cada uno de ellos: llevar una vida más sana, hacer ejercicio, una
nueva carrera, viajar más. Cuando pensamos en el objetivo global puede
parecer algo
abstracto, demasiado amplio y complicado de alcanzar. Por eso algunas
veces se
hace necesario dividirlo en otros más pequeños, como por ejemplo “ir al
gimnasio martes y jueves” o “comer más sano en la semana”. Recordar
siempre que menos es más. Y si nos concentramos en dos o tres objetivos
al año, tal vez corramos menos riesgos de salir frustrados para el 2020.
3.- Acciones concretas:
En esta
etapa traducimos el objetivo en acciones lo más concretas y detalladas posible,
teniendo en cuenta las posibilidades de
que disponemos y asegurándonos que sean alcanzables y realistas. Cuidado con el
“querer es poder“: por mucho que quiera, no puedo pasar de tener una vida
sedentaria a hacer dos horas diarias de deporte: las acciones y expectativas
deben ser adecuadas, saludables y acordes a nuestras capacidades y momento
vital.
4.- Acciones:
Para pasar a la acción, debemos conectarnos a las
emociones, con lo que nos motiva a realizar el cambio. Visualizar qué
beneficios nos aportará, qué aspectos de nuestra vida mejorarán, qué efectos
tendrá sobre nuestra confianza y autoestima son recursos de gran ayuda para
mantener la motivación adecuada. También será de utilidad usar algún sistema de
anotación (por ejemplo un diario o agenda) de los progresos que nos ayude a
visualizar los logros obtenidos y el punto en el que nos encontramos.
5.- Plan de Acción:
Comprométete con un plan de acción diario o al menos semanal , para que de verdad comiences a ver los resultados.
Esperamos
que estos tips, te ayuden a concretar alguno de sus objetivos para el 2019.
¿Los compartes con nosotros?
¡Feliz 2019!
¡Nos encontramos el año que viene!
Recuerda que tendremos 365 oportunidades para lograr nuestros sueños.Basado en un artículo de BCN Gestalt y adaptado por mí al estilo coaching.
Ondina Patricia Pilca